Un total de 13 monitores se certificaron en una ceremonia que celebró el esfuerzo y la dedicación de este grupo de personas que completó con éxito el programa de formación. El curso, diseñado para fortalecer los factores protectores del consumo de drogas y alcohol, fue impulsado por la Municipalidad de San Pedro de la Paz, SENDA y el Instituto Profesional Virginio Gómez.
Durante el acto, la rectora de la casa de estudios, Claudia Mora, felicitó a los participantes de la quinta versión del curso que estuvo a cargo de la carrera de Técnico en Rehabilitación y Drogodependencia de la Escuela de Educación, Ciencias Sociales y Deporte. “Como institución felicitamos a quienes tomaron este programa para desarrollar sus competencias y habilidades en el ámbito de la formación de monitores, y así aportar también a una problemática que tenemos como país. Si mejoramos nuestro entorno, mejoramos la calidad de vida de nuestros ciudadanos y ciudadanas y eso es parte también de la misión y visión de una institución de educación superior como la nuestra”, comentó
Asimismo, Katherine Cortés, Encargada del Departamento de Infancia de la Municipalidad de San Pedro de la Paz, destacó la importancia de la formación preventiva en un contexto donde el fenómeno de las drogas se expresa diariamente. “Hoy estamos frente a un cambio cultural importante con respecto a cómo se expresa el fenómeno de las drogas en nuestras poblaciones y eso tiene que ser estudiado desde una casa académica. Tenemos que aprender nuevas formas de poder llegar y que nuestra intervención o acompañamiento sea el mejor posible”, expresó.
Por otro lado, Salvador Cáceres, titulado de Ingeniería en Empresas del Instituto Profesional Virginio Gómez, compartió su experiencia al inscribirse en el curso, destacando la importancia de abordar la problemática de las drogas y el alcohol desde una perspectiva preventiva, especialmente al trabajar con jóvenes. “Esto nos permitirá el día de mañana poder entregar soluciones a quienes lo padecen y lo sufren, además de poder vincularse, no solamente en las poblaciones, sino que, en los clubes deportivos, en las instituciones educativas, tanto escolares, de la enseñanza media como también en la enseñanza superior”, finalizó.
Este programa estuvo dirigido a voluntarios, prestadores de servicios de casas de acogida, personas vinculadas al trabajo comunitario y profesionales de diversas instituciones, lo que representa un paso significativo en la promoción de la prevención y el bienestar comunitario.